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BIOGRAFÍA, PREMIOS Y CARGOS ACTUALES

LUIS M. DELGADO BAÑÓN - BIOGRAFÍA
Publicado en el periódico El Faro (marzo-2003) porJesús Rodríguez Rubio

Nacido en Murcia en 1946, Luis Delgado podría ser definido, sin riesgo a equivocarnos, como el auténtico representante de lo que, en su momento, se conoció como el marino ilustrado, aquellos personajes que, embutidos en la carrera de las armas como miembros de la Real Armada, disfrutaban de la cultura en muchas de sus ramas por el simple hecho de saber y conocer, a la vez que sentían la necesidad de exponer sus trabajos e investigaciones para el público en general. Me atrevería también a asegurar por derecho, que de la extensa gama de escritores que ha dado nuestra región a la literatura española, este capitán de navío es el gran desconocido entre los lectores de su propia tierra, a pesar de su ingente y profusa obra literaria. Aunque sus editores lo hayan presentado en diversas ocasiones como oficial de marina, historiador naval, novelista, ensayista, periodista, conferenciante y otras denominaciones, Luis Delgado las rechaza de plano para asegurarnos con cierta humildad, que sólo se considera un escritor que ha tenido la suerte de ser miembro de una gloriosa Institución, la Armada, de la que ha recibido todo lo que es.   
Lector empedernido y cultivado con tenacidad desde la más tierna infancia, su inquietud creadora aparece unida a su vida desde los primeros años de juventud. En el periodo que él mismo denomina como de formación literaria, a finales de los años sesenta, escribe sus primeras novelas -Carlitos, Alejandro Gowlasky, El Remolino y Un Buque Perdido en el Tiempo-, a la vez que publica poesía con seudónimo secreto y se atreve con una obra teatral que, según sus propias palabras, nunca será representada. Sin embargo, disfruta de sus primeros pasos como oficial a bordo de unidades de la Armada, cuando siente la pasión, que así debo definirla sin posible error, por la Historia Naval, tan unida al entorno de vida que ha escogido.
Durante veinte años y desarrollando su alargada y profunda labor creativa como mero pasatiempo, nos presenta una treintena larga de trabajos de investigación histórica que saca a la luz en diferentes publicaciones nacionales y extranjeras, a la vez que se convierte en un experto, ameno y codiciado conferenciante. Aunque son variados los temas que aborda en sus ensayos, en especial La Empresa de Inglaterra y La presencia española en el Pacífico, pronto se define como un reconocido experto en nuestra Historia Naval del siglo XVIII, esa Marina Ilustrada que tanta le atrae, así como todo lo que se refiere a la presencia de la Armada en Cartagena y su antiguo Departamento Marítimo. Porque aunque nacido en la capital de la provincia, Luis se siente cartagenero de adopción, una ciudad a la que quiere con profundo y positivo raciocinio, y a la que ha entregado una ingente labor cultural de forma desinteresada.
Como sigue defendiendo esa especial teoría de que es más novelista que historiador, regresa con fuerza a la narrativa en 1993 con una obra magnífica e inolvidable para los que hayan disfrutado de su lectura, Jasna, primera novela que aborda el tema de la sangrienta guerra que se vive en Bosnia Herzegovina, que describe con una pasión y fuerza narrativa extraordinaria. Luis Delgado opina que la novela es el género de la madurez, que debe ser abordado con seriedad en el momento adecuado para cada escritor, tras haber vivido suficientes experiencias que ofrezcan el bagaje intelectual necesario para tan complicado y maravilloso género. De esta forma, cuando ha recorrido medio mundo y permanecido varios años en el extranjero, seis de ellos en Alemania, considera que debe retomar su género favorito y nos ofrece en espléndida andanada Las Perlas Grises, Los Tesoros del General, La Tumba del Almirante, Aventuras y Desventuras de un Galeote y El Diamante del III Reich. Son todas ellas novelas escritas con una prosa sencilla pero arrolladora y muy atractiva, con tramas que obligan al lector a continuar su lectura, sumergirse en ella y creer lo que leen como ejemplos de la vida real, porque el autor consigue que sus obras discurran por los adecuados derroteros de calidad narrativa y verosimilitud, al punto de creer él mismo la veracidad de su creación, lo que no es más que el apasionante desafío del verdadero novelista.
Pero aunque intenta convencerse a sí mismo de que la novela es el escenario en el que mejor se mueve y que a ella debe dedicar todo su esfuerzo, debemos reconocer que no es capaz de abandonar la Historia, género que sigue cultivando en conferencias y trabajos que denomina como de orden menor, por así creerlo aunque se equivoque. Sería posible definir el aspecto principal de cualquier trabajo de Luis Delgado como un homenaje a la amenidad. Y si ser ameno en la narrativa no es tarea fácil, cuando se entra en temas históricos el trabajo se complica de forma notable. En su facilidad para atraer al lector y hacerle cruzar el umbral de la ilusión fantástica influye, sin duda, su capacidad narrativa y ese especial sentido que destilan algunos escritores que, en el ejercicio de su arte, disfrutan de ese especial don que se recibe con las primeras aguas y que asiste a Luis con generosidad.
Creo firmemente que su momento definitivo de orientación literaria se produce cuando decide acometer una obra que le exige un enorme esfuerzo y en la que, en mi opinión, echa el alma a borbotones. Me refiero a Operación 2001: Gibraltar Español, a la que añade el expresivo subtítulo de Tres Siglos de Desidia, Humillación y Vergüenza. Por fin mezcla de forma consciente la narrativa y la Historia en un conjunto creativo, aunque todavía lo ataque de forma paralela o tangencial. En realidad, se trata de dos obras separadas claramente, en las que enfoca el problema gibraltareño. Por una parte, expone de forma novelada, con extraordinario detalle y rigor histórico, lo acaecido en los tres siglos de presencia británica en la Roca. Pero al tiempo, intercala entre sus capítulos históricos una obra de ficción, en la que un grupo mafioso español intenta recuperar la colonia por métodos poco recomendables. Se trata sin duda de una novedad literaria, esa de ralentizar el recorrido histórico con la ficción o viceversa, lo que le obligó a conformar una obra muy extensa en su conjunto. Algunos autores opinaron que se debían haber editado ambas partes por separado, aunque discrepo de ellos. Creo que se trata de una obra extraordinaria y que, en verdad, ofrece una novedosa y complicada estructura que retrata a las grandes obras de nuestra literatura.
Sin embargo, creo que fue esa trabajada experiencia, cuyo resultado editorial le defraudó profundamente, la que por fortuna para nuestras letras consiguió embarcarlo en la gran empresa en la que se encuentra inmerso, una idea pospuesta en el tiempo, nada menos que novelar la historia de nuestra Marina desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta la Guerra Civil de 1936. Luis Delgado pretende exponer de forma amena y atractiva los momentos principales de nuestra Historia Naval, ese escondido, desconocido e importantísimo rincón de nuestra Historia según sus propias palabras, a través de las experiencias de una familia entroncada en la Real Armada a lo largo de diferentes generaciones. Ha titulado la colección como Una Saga Marinera Española, a la que añade el adecuado remoquete, con el rigor histórico del que adolecen sus homólogas británicas. Pocos le han creído cuando asegura que la serie podrá alcanzar los 40 volúmenes, aunque me temo que no conoce al escritor quien así opina. Hasta el momento ha sacado a la luz los tres primeros, La galera “Santa Bárbara”, La Cañonera “23” y La Flotante “San Cristóbal”. Según tengo entendido, en pocas semanas verá la luz el cuarto volumen, con el atractivo título de El jabeque Murciano. Y como todavía se desenvuelve por el año de 1784, creo que puede sobrepasar su estimación de tamaño inicial.
Académicos e historiadores aseguran que se trata del primer escritor español que se atreve con una larga serie de historia naval, un género muy cultivado por los británicos –Conrad, Forrester y O´Bryan entre otros-, a los que nuestro paisano denomina, sencillamente, como buenos novelistas que debían haberse documentado más en los archivos y libros de mar. Pero debemos tener en cuenta que para Luis Delgado el rigor histórico, cuando se entra en temas que toquen la Historia aunque sea de refilón, es de la máxima importancia, llegando a catalogar como inadmisible frivolidad tratar aspectos tan importantes sin la necesaria seriedad.
Puedo afirmar con rotundidad que los volúmenes publicados de esta serie de novela histórica son una verdadera delicia para el lector, con una riqueza de lenguaje torrencial, un deje romántico que nos adentra con placer en la vida dieciochesca y una fuerza narrativa comparable a los episodios de Pérez Galdós. Además, creo que llegan en el momento de máxima brillantez literaria del autor y ocuparán por derecho propio un lugar destacado en nuestras letras.
Hasta el momento, muchas han sido las alabanzas recibidas por los primeros ejemplares de su colección, de las que me gustaría destacar algunas pronunciadas por escritores de nuestra tierra. Arturo Pérez Reverte asegura que es la feliz conjunción de un historiador, un experto en la Marina del siglo XVIII y un brillante novelista. A nuestro querido José Luis Castillo Puche le escuché decir, cuando comentaba el primer volumen, que la riqueza de lenguaje que Luis Delgado utiliza en esta obra es muy difícil de igualar. Y el Rector de la Universidad Politécnica de Cartagena, Juan Ramón Medina Precioso, al presentar la colección en dicha ciudad, aseguraba sin rebozo y de forma lapidaria que esta magnífica serie será un clásico dentro de veinte años.
He de reconocer que admiro profundamente la obra cultural de Luis Delgado en general, tanto la desarrollada en el Museo Naval que dirige, los ciclos de conferencias y exposiciones que organiza como Delegado del Instituto de Historia y Cultura Naval en el Mediterráneo, como los numerosos trabajos literarios que en casi cuarenta años nos ha entregado. Pero estoy convencido de que su colección de novela histórica será el broche definitivo al largo y trabajado recorrido de este gran escritor. Como pude leer hace pocas semanas de un excelente crítico gaditano, opinión que suscribo en su totalidad, Luis Delgado es, hoy por hoy, el escritor más preparado, más inteligente y, a la vez, más imaginativo para ofrecer a la cultura, a la historia y a la narrativa española, la serie de novela histórica que nos ha propuesto de forma admirable y con una ilusión que desborda al propio lector.
Creo haber reflejado con suficiente precisión la figura y obra de Luis Delgado para la serie de “Historia de la Literatura Murciana”. Este escritor y paisano nuestro ha sido distinguido en numerosas ocasiones, nombrado miembro de sociedades académicas, históricas y literarias en nuestro país y fuera de él. Es posible que tan sólo le reste ser reconocido en su tierra donde, cosas del destino, tanto suele costar.

                                                                       

PREMIOS Y DISTINCIONES:

-MEDALLA DE PLATA DE LA ACADEMIA "ARTS CIENCES ET LETTRES". PARÍS, 1994.

-PREMIO “TRIBUNA DE MURCIA” DE LITERATURA 1998.

-PREMIO “BISMARCK”. HAMBURGO. 1999

-MIEMBRO CORRESPONDIENTE DE LA ACADEMIA DE HISTORIA NAVAL ALEMANA (DGSM, 1995).
-MIEMBRO HONORARIO DE LA SOCIEDAD LITERARIA HISPANO-BELGA
-MIEMBRO DE NÚMERO DE LA SOCIEDAD ACADÉMICA “ASAMBLEA AMISTOSA LITERARIA”
-PREMIO ABAL DE LAS LETRAS. CARTAGENA. 2003
-MEDALLA DE PLATA DE SAN TELMO DE LAS LETRAS DEL MAR. Madrid. 2006
-PREMIO “VIRGEN DEL CARMEN” DE LITERATURA - 2006. 

CARGOS ACTUALES:

-MIEMBRO ELECTO DEL REAL PATRONATO DEL MUSEO NAVAL DE CARTAGENA               
-CONSEJERO DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL
-REPRESENTANTE DE LA ARMADA EN LA CÁTEDRA DE HISTORIA NAVAL.